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A la hora de elegir el tamaño, siempre es mejor pasarse que quedarse corto. Deberás tener en cuenta datos como:
- Cuántas personas viven en la casa.
- Cómo es de grande el jardín o el huerto.
- Si predominan árboles de hoja caduca, de hoja perenne, si hay césped, etc.
- El consumo de frutas, verduras y ensaladas que tenéis en vuestro hogar. Si diariamente, si dos o tres días a la semana, etc.
Aparte del compostador o silo, precisarás herramientas para voltear, tijeras de poda para cortar ramas y una pala para extraer el compost hecho.
También es muy recomendable disponer de una máquina biotrituradora para las ramas gruesas que no se puedan cortar con las tijeras y para picar los restos vegetales y acelerar así su descomposición.
Opcionalmente, te interesaría tener un termómetro de alcohol de hasta 100º (el de mercurio se puede romper y tendrías que tirar todo el compost) y un medidor de pH para tener más información sobre el estado del compost.
2. ¿Dónde ubico el compostador?
Deberá reposar directamente sobre la tierra.
Por comodidad, elige un sitio cercano a la cocina.
En la sombra es mucho mejor que en el sol, ya que si no, tendrías que regarlo con frecuencia para mantener la humedad.
3. ¿Qué puedo echar?
Del jardín:
Hojas, césped, hortalizas, paja utilizada como acolchado, ramas podadas (si las pasas por una triturada mucho mejor), serrín, etc.
Las malas hierbas sólo si son anuales y no llevan semillas, porque las perennes que tienen estolones (ej. grama) o bulbillos (juncia o castañueña) o rizomas, puede mantener su viabilidad y brotar.
Del hogar:
Cenizas, posos del café o de té, infusiones con papel incluído, cáscara de huevo, frutas, verduras y hortalizas, periódicos no impresos en color, yogures caducados, tapones de corcho, papel de cocina, aceite de aliñar, pelos, etc. |
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